
Las autoridades alimentarias y sanitarias parecen estar  decididas a regular la información relativa a la fecha de caducidad de  los alimentos, de modo que a través de una información única y clara, se  eviten las dudas que sobre este particular afectan actualmente a muchos  consumidores.
El proyecto contempla la posibilidad de eliminar el actual sistema de  etiquetado en el que se hace referencia a datos tan imprecisos como  “consumo preferente antes de…”, para incluir una única información que  indique, sin lugar a dudas, el momento exacto en que el consumo de un  producto puede ser peligroso para la salud. 
Poner remedio al desperdicio de alimentos
La  iniciativa, además de servir de ayuda a los consumidores y de patrón  oficial a fabricantes y distribuidores, tiene como objetivo final evitar  el desperdicio diario de cientos de toneladas de alimentos que tiran a  la basura, casi siempre en buen estado, ante las dudas existentes sobre  su estado de conservación.
En nuestro país también existen distintas fórmulas para informar sobre  la vida útil de un producto: en los alimentos claramente perecederos,  como carnes y pescados, en los que el paso del tiempo puede originar  microorganismos nocivos para la salud, se utiliza el término 'fecha de  caducidad máxima'. En el resto de productos, no afectados por este  problema, se utiliza sin embargo la fórmula de “consumo preferente antes  de”, a partir de la cual es posible que se pierdan una serie de  cualidades nutricionales, de sabor, textura o color, pero sin afectar  negativamente a la salud. 
Si la vida prevista de un producto es  menor a tres meses, la información debe contener datos concretos como  día, mes y año. Entre los tres y los 18 meses, solo es necesario indicar  el mes y el año y cuando los productos cuentan con un período superior a  los 18 meses, como es el caso de las conservas, únicamente deben de  indicar el año.