viernes, 29 de abril de 2011

Nuevo etiquetado; claridad y salud

Durante los últimos meses y de cara a la elaboración de un nuevo marco legal que regule el etiquetado de los productos agroalimentarios a nivel europeo, ha habido varias iniciativas tratando de esbozar las líneas principales que deberían seguir los fabricantes a la hora de etiquetar sus productos. La Confederación de Industriales de Alimentación y Bebidas (CIAA) ha presentado su propuesta basada en el principal cambio que se materializará con la nueva ley: la información por ración en lugar de la obligatoriedad ahora de los valores nutricionales por 100 gr o 100 ml de producto.

La preocupación de las autoridades comunitarias por la salud de la población europea y el aumento de los casos de sobrepeso y obesidad, junto con las enfermedades crónicas derivadas de las mismas, han impulsado un nuevo proyecto de ley que ayude a los europeos a seguir una dieta más equilibrada. Desde el punto de vista del consumidor, y según el estudio realizado por la consultora TNS, el 86% de los españoles piensan que una correcta información del etiquetado del producto podría ayudarles a llevar una dieta más sana.


El documento presentado por la CIAA hace hincapié en la disposición de los elementos en los envases; al igual que en el primer borrador elaborado por el consejo. Pero, además, incide en la importancia de la fuente, el color y el contraste utilizado en el diseño de los mismos. Actualmente, se incluye el nombre del producto, la lista de ingredientes, el peso neto, la fecha de caducidad y las condiciones óptimas de conservación, el fabricante y la dirección, el país de origen, las instrucciones de uso (cuando éstas sean necesarias), el grado de alcohol, para bebidas que presenten más de 1,2%, e información nutricional. Además, se puede incluir la marca, promociones y los datos de contacto para el consumidor.


La propuesta final de la asociación pasa por incluir, en primer lugar, en la parte delantera del envase la información nutricional correspondiente, tanto al aporte energético por porción, como al porcentaje que eso representa en las cantidades diarias recomendadas. Ya en el reverso, se adjuntarían las especificaciones de los ocho nutrientes principales: energía, proteínas, hidratos de carbono, azúcares, grasas, grasas saturadas, fibra y sodio, todas ellas en porcentaje para 100 g/100 ml de producto y el formato adecuado será el de tabla, como se estipula en la directiva 1990/496/EC


La CIAA trata de paliar las deficiencias que por parte de la industria se han detectado en las consideraciones iniciales por parte de las autoridades, pero no trata de sustituir un modelo por otro si no de complementarlo. Así, otro de los puntos claves aportados por el nuevo texto hace referencia a especificar el número de porciones que se incluyen en cada paquete, junto con el peso y el tamaño de las mismas. En el caso de alimentos que necesiten una interpretación subjetiva, como es el caso de la pasta o el arroz, se utilizarán las cantidades más habituales. Por último, también hace un repaso del tipo de envases y superficies que considera más idóneos, en cualquier caso siempre lisas, uniformes y en tonos mate.


El proyecto de unificar las normas del etiquetado propuesta por la UE fue visto con buenos ojos, en un principio por los representantes del sector, aunque una vez éstas analizaron la propuesta inicial, surgieron las primeras discrepancias para cuestiones puntuales. La primera de ellas y la más importante es sobre las especificaciones de los países de origen del producto. Asimismo, los representantes de la industria europea creen necesaria la posibilidad de ciertas excepciones, sobre todo para productos con características especiales, ya sea porque sean alimentos dietéticos o se traten de referencias con unas condiciones especiales en el envasado (ediciones limitadas, de lujo...).


A raíz de los primeros ensayos en la nueva línea de etiquetado, el Consejo Europeo de la Información Alimentaria, ha hecho una encuesta entre los consumidores de seis países, entre ellos España sobre las consecuencias que ha tenido en su comportamiento la nueva normativa. En un principio se percibe positivamente, a rasgos generales, las nuevas directrices comunitarias aunque haya generado una duda principal entre los consumidores: ¿como determina el fabricante el tamaño de la porción? No obstante, el 79% de los encuestados afirmaron que la información nutricional por porción les ayudaba más a la hora de valorar la ingesta de alimentos, ya que los porcentajes por 100 g se habían convertido cada vez en algo más difícil de calcular. A la hora de mostrar sus preferencias, prefieren la presentación por packs individuales o unidades en caso del que producto sea divisible, como en el caso de galletas, pan de molde o barras de chocolate.


En unos meses, la resolución en su supermercado más cercano.

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